Según el filósofo francés Louis Althusser,
la ideología es la relación imaginaria que los individuos mantienen con sus condiciones
reales de existencia, legitimada y reproducida a su vez, por lo que él denomina
los Aparatos Ideológicos del Estado. Es fundamental en el éxito de esta
interpelación ideológica la noción de creencia, el “hacer como sí” no existiera una posibilidad
transversal a la impuesta.
Por su parte la ´Patafísica, ciencia de las
soluciones imaginarias, también postula una relectura de la idea de verdad como
algo estanco y unívoco. Abre la posibilidad de suplantar el sistema de
pensamientos y de valores construidos convencionalmente por otros igualmente
plausibles. La realidad no se estructuraría, entonces, necesariamente alrededor de la convención.
Francisco Estarellas explora con sus
trabajos una posible deconstrucción urbana y sus efectos. Y transita para ello el camino del desarme ideológico a través de un relato del orden de
lo patafísico. Estructuras sin sentido regladas por simbologías subvertidas dejan en
evidencia una alienación ineludible. El
artista tiende a la desarticulación sistemática de ciertos habitus de comportamiento.
Sin título. 2014 |
¿De
qué manera se vinculan en tu obra los preceptos marxistas con las propuestas de
la ´Patafísica?
El Marxismo
considera a las fuerzas productivas como potenciales agentes de cambio y emancipación. Pienso que eso
es una de las grandes cuentas pendientes de la historia y una de sus utopías.
Es la idea de progreso humanista como tesis a resolver. Propuestas de la
modernidad que siguen resonando en la actualidad pero como ecos encapsulados
dentro del gran monstruo del mercado. Creo que algo de esa nostalgia por esos proyectos
inconclusos están presentes en mis trabajos.
Por otro lado, la ´Patafísica es la gran ciencia de las
soluciones imaginarias, ciencia de las ciencias, que viene a desenmascarar la
ilusión de toda arbitrariedad y de toda regla general. Es decir, de toda verdad
lineal. Como dicen los patafísicos: No hay nada, ni nadie que no sea patafísico, solo son inconscientes
de ello. Quizás después de todos los grandes relatos de la modernidad, es la ´Patafísica
lo que queda.
¿Por
qué te interesa trabajar sobre el mundo de lo productivo?
Porque quiero enfrentarlo con todo aquello
que no controla y hacerlo operar con la irracionalidad en una especie de juego
sin reglas. Desde una perspectiva historicista, el mundo del trabajo
occidental vive en un mundo de causalidad,
certidumbres y finalidad en el que no hay tiempo para lo incomprensible, lo
simultáneo y lo inhabitual. Con mi obra busco proponer un sistema que se rebele
frente a las antiguas lógicas y permita reemplazarlas por otras nuevas. Un
sistema que no persiga ningún otro objetivo más que el de ser lo que es.
¿Cuál es la relación que
estableces con la iconografía ligada a la construcción y la arquitectura?
Me interesa el estado de transitoriedad e inconclusión de las obras
arquitectónicas en construcción. Es el momento en que los edificios son todos
iguales y por lo tanto aún no tienen identidad.
Como el hombre en su permanente
estado inconcluso y su búsqueda de
habitar un sentido.
La arquitectura urbana me permite además problematizar acerca de dos
temas que siempre me interesaron. Por un lado el concepto de hogar, abordado
como el de un posible refugio de la transitoriedad, como la metáfora perfecta
de lo ilusorio y lo existencial. Y por otro el de los cimientos. ¿Qué es lo qué sostienen y a través de qué lógicas? ¿En cuántos puntos de apoyo? En otras palabras, problematizar acerca de
los fundamentos y causas primeras que generalmente aparecen vedados y velados.
Y en este contexto, ¿Qué
lugar ocupa la Naturaleza en tu obra?
La relación hombre-naturaleza está presente por omisión. Entre otras
cosas busco dejar en evidencia la falta de naturaleza en la vida urbana así
como la falta de humanidad en lo industrial. El hombre siempre intentó
desconectarse del entorno natural en su devenir industrial capitalista. Por eso
el hábitat en que me enfoco es el de la ciudad y sus formas. La concibo desde
su lugar histórico de epicentro de lo civilizatorio y como espacio de continuas
y múltiples transformaciones espaciales. Pero también, y principalmente, como
el espacio propicio para las disposiciones y los disciplinamientos sociales
impartidos desde el poder.
El juego
Estarellas experimenta además con soportes no convencionales, como por
ejemplo los muros provisorios que se utilizan en las obras en construcción,
los cofrados. La sinécdoque deviene en metalenguaje y ya no hay
escapatoria posible más que aceptar lo absurdo y arbitrario de la mayor parte
de los comportamientos mundanos. Es que como afirmó Žižek no hacen falta buenos argumentos racionales para el éxito de la
interpelación ideológica.
En esta línea de desarticulación de lógicas, y el consecuente
desarrollo de posibles núcleos anárquicos, el artista investiga y trabaja en
este momento en la serie “Las canchas”. Las mismas serán diseñadas imitando
señaléticas de deportes convencionales, pero sin reglas ni objetivos conocidos
o previamente determinados. “La paradoja de una construcción disciplinaria y
delimitada formalmente pero absolutamente arbitraria” explica.
Y así, a la manera de un juego, Francisco Estarellas desarrolla la
lógica de la imposibilidad. Frente al orden positivista establecido, sus
estructuras como epifenómenos se permiten correr el velo de la ideología para
creer en lo absurdo. Y en la medida en que invitan a creer en la posibilidad de
lo imposible transforman su trabajo en aporías patafísicas.
Hasta el sábado 14 de junio expone una de sus
instalaciones, dibujos y pinturas en Galería Sputnik. Dr. Enrique Finochietto
545, San Telmo, Caba. Buenos Aires.
Para conocer más sobre su obra: Estarellas Pinturas blogspot o en Facebook
Publicado en: Ramona y en Arte al Límite blog
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